UN BELÉN EN LA INQUISICIÓN
¿Hubiera
sido para los acusados de la Santa Inquisición de algún alivio que los
dominicos inquisidores hubieran montado un belén en su fortaleza-presidio?. Por
si pudiera ser, ahí va uno, y monumental. Entendemos que esta loable intención
será la que llevó a nuestros
responsables municipales a aprobar la decisión de construir un enorme belén en
el castillo de San Jorge. ¿Qué importa si para ello cercenamos el discurso
expositivo del conjunto arqueológico que costó 2,5 millones de euros al erario
público? ¿Y qué si junto con poner en peligro muros y pavimentos de los restos
arqueológicos allí sacados a la luz quebrantamos la ley de Patrimonio que
impide todo tipo de actuación sobre los restos arqueológicos?.
No dudamos
de la buena intención del que dictó ¡Hágase!. Ni de las asociaciones que están
detrás del proyecto que tiene como objeto recaudar dinero para Cáritas. No es
eso. Es sencillamente que, habiendo tantos espacios en Triana, se tenga que
montar precisamente en la cripta del antiguo castillo de San Jorge, un espacio
expositivo que pretendía en palabras del consejero Alonso ser un “centro
temático de la tolerancia” y “un recurso turístico singular”.
La
Inquisición, aún como representante de la intolerancia, y nos guste o no, es
parte de nuestra historia, que los ciudadanos deben conocer para que no se
repita. Por ello, aplaudimos, en su momento, la puesta en valor de los restos
arqueológicos encontrados en las excavaciones previas a la construcción del
nuevo mercado. Por ello, también, nos indigna que se minusvalore su contenido.
No estamos
pidiendo cabezas, ni somos nadie para pedirlas, simplemente solicitamos que se
tenga sensibilidad hacia nuestro Patrimonio. Y la cripta del castillo de San
Jorge lo es.
José Juan
Fernández Caro. Presidente de la Asociación de Profesores para la Difusión y
Protección del Patrimonio Ben Baso
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