EL MIQVÉ DE BESALÚ
Apenas queda nada del paso de los judíos por Sevilla, aunque se sabe que, durante siglos, ocuparon una extensa aljama que se extendía entre la Puerta de Carmona y el Alcázar y disponían de dos cementerios situados en la Puerta de la Carne y San Bernardo. El nombre Levíes de una calle y la insólita tumba escondida entre los coches en el aparcamiento de Cano y Cueto, son huellas aisladas de una comunidad que debió ser realmente numerosa. Sin embargo, lugares como Gerona han hecho de su judería una de sus principales señas de identidad histórica y urbana.

El miqvé fue descubierto 1964 cuando se intentó hacer un pozo desde una fábrica que se había construido encima y dieron con la bóveda de cañón que lo cubre. Había sido abandonada por los judíos en el siglo XV y se le dio temporalmente algún otro uso –probablemente, el de corral- hasta que cayó en el olvido y fue cegada en las acometidas del río. Esto hizo que se conservara perfectamente y la estancia, construida de cantería y estilo románico, resulte la mar de evocadora.
El baño ritual de purificación, consistente en una serie de inmersiones en el agua, es obligatorio para las mujeres después de la menstruación, haber tenido un hijo y antes de casarse, mientras que los hombres más religiosos lo hacían todas las vísperas del Sabat. El agua del miqvé no podía estar canalizada, sino que tenía que brotar directamente de la tierra, y la piscina del que se conserva en Besalú responde a unas dimensiones cuya autenticidad ha sido confirmada por los rabinos de París y Persignan. Indudablemente, ritos como el bautismo se basan en las inmersiones purificadoras hebreas que ya venían de tradiciones de civilizaciones anteriores.

Entrando en internet y poniendo miqvé besalú fotos salen un montón, así como de su magnífico puente.
JMM