viernes, diciembre 21, 2012

UN BELÉN EN LA INQUISICIÓN

¿Hubiera sido para los acusados de la Santa Inquisición de algún alivio que los dominicos inquisidores hubieran montado un belén en su fortaleza-presidio?. Por si pudiera ser, ahí va uno, y monumental. Entendemos que esta loable intención será la que llevó a  nuestros responsables municipales a aprobar la decisión de construir un enorme belén en el castillo de San Jorge. ¿Qué importa si para ello cercenamos el discurso expositivo del conjunto arqueológico que costó 2,5 millones de euros al erario público? ¿Y qué si junto con poner en peligro muros y pavimentos de los restos arqueológicos allí sacados a la luz quebrantamos la ley de Patrimonio que impide todo tipo de actuación sobre los restos arqueológicos?.
No dudamos de la buena intención del que dictó ¡Hágase!. Ni de las asociaciones que están detrás del proyecto que tiene como objeto recaudar dinero para Cáritas. No es eso. Es sencillamente que, habiendo tantos espacios en Triana, se tenga que montar precisamente en la cripta del antiguo castillo de San Jorge, un espacio expositivo que pretendía en palabras del consejero Alonso ser un “centro temático de la tolerancia” y “un recurso turístico singular”.

La Inquisición, aún como representante de la intolerancia, y nos guste o no, es parte de nuestra historia, que los ciudadanos deben conocer para que no se repita. Por ello, aplaudimos, en su momento, la puesta en valor de los restos arqueológicos encontrados en las excavaciones previas a la construcción del nuevo mercado. Por ello, también, nos indigna que se minusvalore su contenido.

No estamos pidiendo cabezas, ni somos nadie para pedirlas, simplemente solicitamos que se tenga sensibilidad hacia nuestro Patrimonio. Y la cripta del castillo de San Jorge lo es.
 José Juan Fernández Caro. Presidente de la Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio Ben Baso