Hoy y mañana las cajas sevillanas y la empresa Ayesa estudiarán las propuestas de diferentes arquitectos para construir un rascacielos en la zona de la Cartuja conocida como Puerta Triana. Lo peor de todo esto es que cuentan con el apoyo del gobierno del PSOE y de Izquierda Unida.Las obras de esa torre, si todo sale como lo tienen previsto, comenzarán en abril del próximo año 2007, justo en vísperas de las próximas elecciones municipales.
Además, el criterio esencial para la selección del edificio ganador será la rentabilidad económica, es decir el negocio inmobiliario.
Las cajas deben de mantener neutralidad en la actividad política y no interferir en la confrontación electoral. Deben de alejarse del negocio inmobiliario y olvidarse de aventuras pasadas (ahí está el caso de Tablada). Sobre todo, deben al menos de demostrar que no defienden los intereses de los partidos que la controlan, cosa harto difícil. ¿Se han hecho estudios de espacios, accesibilidad o seguridad en la zona?
El alcalde de Sevilla y sus acólitos intentan que nos olvidemos de los grandes problemas de tráfico, de seguridad ciudadana, de vivienda o de marginación que tiene la ciudad. Piensan que hay que construir un “hito arquitectónico” para una nueva Sevilla. Y es que no hay nadie más cateto que quien se cree cosmopolita, ciudadano del mundo o galáctico… Lo que PSOE e Izquierda Unida llaman modernidad tiene ya más de cien años. Cuando muchas ciudades hace ya décadas que vienen de vuelta, ahora nos quieren vender que lo progresista es lo que otros hicieron hace ya cien años. No hay nada más cateto que eso.
Poco importa el impacto que supondrá la construcción de un edificio sobre la línea del cielo de la ciudad que estaría bien en cualquier otra parte más alejada del Monasterio de la Cartuja y del Casco Histórico de Sevilla. Poco importa que la contaminación visual de monumentos históricos esté prohibida en la nueva Ley de Protección de Patrimonio Histórico que está a punto de aprobarse.
¿Hasta cuando vamos a aguantar la agresión constante por parte del alcalde a nuestro Patrimonio Histórico? Ahí están los casos de la Plaza de la Encarnación, la Plaza del Pan, o la Alfalfa.
Desde luego, queridos bloggeros, si entramos en el gobierno de la ciudad nos les quepa la menor duda de que ese rascacielos no se construirá.